Su menú es sofisticado con énfasis en entradas, carnes y ahora con sushi.
Tiene amplio parqueo propio y sus instalaciones son cómodas, aunque el ambiente se siente tenso, como que le falta música o mejorar la disposición de las mesas.
Cuando hay música en vivo mejora el ambiente, pero esto es ocasional.
El lomito en salsa de portobello y vino tinto es de lo mejor que he probado, se partía sin cuchillo, hasta le tomé video!
Los precios están un poco altos pero vale la pena.
Ambiente *
Menú **
Calidad ***
Cantidad ***
Precio **
La pregunta: Regresaré? SÍ.
Al pan, pan y al vino, vino.
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